Respirar es decir sí a la vida y permitir que fluya a través del cuerpo lo más importante que nos sustenta en la vida, el oxígeno. Respirar es conectar con el aquí y ahora.

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Cuando nacemos, lo hacemos con el mecanismo respiratorio libre. Si nos fijamos en los bebés, ellos respiran con la misma facilidad por pecho y abdomen. Nacemos sabiendo respirar y lo vamos desaprendiendo.

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Si de bebés respiramos así, ¿qué ha sucedido para que de adultos ni siquiera tengamos conciencia de nuestra respiración o ni siquiera hagamos respiraciones conscientes de vez en cuando que nos benefician y respiramos lo justito para sobrevivir?

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Lo que ha pasado que por diferentes situaciones que han sucedido a lo largo de nuestra vida, llamados los inhibidores de la felicidad humana, nuestro mecanismo respiratorio lo hemos ido bloqueando para así “evitar sentir",  ya que cada vez que estamos ocultando una emoción, contenemos la respiración y dejamos  de sentir.

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La primera situación donde comenzamos a bloquear la respiración es en el momento del parto. El bebé nace de un ambiente líquido, acuático a un ambiente aéreo, con lo cual eso ya es una experiencia traumática de por sí. Además, suele suceder, que se le corta el cordón umbilical cuando todavía sus pulmones no han hecho su primera respiración, ya que todavía respiran a través del cordón. La sensación es de ahogo. 

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En ese momento se está produciendo un trauma y el primero de los inhibidores de la felicidad humana, “el trauma del nacimiento”. Los siguientes traumas, son los que se van produciendo al ir creciendo, y donde vamos dejando de estar conectados con nosotros mismos.

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A través de la respiración, te ayudas a ir desbloqueando y liberando todo esto y volver a recuperar una respiración completamente libre.  

Es una metáfora de la vida en la que reflejarse. Si respiras a medias vives a medias.

 

Algunos beneficios de la respiración consciente y conectada

 

• Reafirma el sentimiento de estar vivo.

• Relaja cuerpo y mente y es liberadora del estrés.

• Te conecta con el corazón y la gratitud.

• Mejora la memoria y la atención.

• Nos ayuda a manejar mejor nuestras emociones.

• Estimula la energía y vital y el entusiasmo.

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Técnica metamórfica

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Esta técnica fue descubierta por el Naturópata Robert  Saint  John en los años 50. Se le dio este nombre por las auténticas metamorfosis que se producían en los pacientes. Y hasta el día de hoy se sigue usando y viendo auténticas MET-AMOR-FOSIS.

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La Técnica Metamórfica es un método vibracional y natural que se aplica en pies, manos y cabeza similar a un masaje con toques suaves y caricias, muy agradable de recibir.

Sirve para activar la propia Energía Vital autosanadora, favoreciendo en mayor alegría y bienestar. Además ayuda a liberar nudos energéticos o emociones atrapadas desde el comienzo de nuestra vida en la gestación debido en gran parte, a la forma de vida de los padres. Esta es una etapa muy importante donde se crea el molde de la personalidad y los patrones de conducta que reproducimos en las diferentes etapas de la vida.

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Al recibirla, nos brinda la posibilidad de conectar con lo que sentimos, de ser más conscientes de nuestro interior. La sensación de paz y de serenidad aumenta, manifestando una capacidad diferente de reaccionar ante las circunstancias con mayor seguridad, equilibrio y energía vital. Al activarse la energía sanadora que nos regenera, liberamos esas cargas emocionales escondidas, no reconocidas, que están por resolver y que se traducen en el lenguaje de los síntomas y enfermedades que reproducimos como: estrés, ansiedad, alergias,contracturas musculares, estados depresivos etc . Ayuda a recuperar la armonía y el estado natural de nuestra salud holística.

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Es muy agradable de recibir, consiguiendo un sereno estado de relajación y una activación de la energía vital auto-sanadora, que beneficia en un mayor bienestar y alegría.

Muy fácil de aprender y recomendado a cualquier edad y en especial en embarazadas y niños.

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